martes, 11 de septiembre de 2012

Día 7

Hoy me he decidido y he ido a Washington, D.C. en Metro. El metro de Washington, D.C. es caro, oscuro y lento.

Las tarifas dependen de la hora, si es pico o valle, y del número de paradas que hagas. Lo mínimo que cobran por una parada en hora valle es $1.70 y en cuanto haces alguna parada más o entras en la hora pico, cobran hasta $5.75.

La iluminación es bastante mala y hay que ir con cuidado porque en algunas estaciones se ve bastante poco:


Los trenes pasan con bastante frecuencia. Las veces que lo he cogido ha tardado unos 3 minutos en llegar pero tarda bastante en recorrer las paradas y cuando hay mucha gente, se queda parado entre dos estaciones para esperar a que avance el siguiente tren.

Es día 11 de septiembre. El 11 aniversario del 11-S ha coincidido con el asesinato del embajador de Estados Unidos en Libia. Obama ha ordenado cuatro días de luto hasta la puesta de sol del próximo 16 de septiembre, así que las banderas de la Casa Blanca y de todos los edificios y terrenos públicos, así como en los edificios del Gobierno Federal y buques y estaciones navales, estaban a media asta.


Intenté buscar a Obama por las ventanas, pero más tarde me enteré que estaba en Nueva York.

Detrás de la Casa Blanca está el Washington National Monument, el obelisco que se empezó a construir en 1848 en conmemoración al primer presidente de los Estados Unidos: George Washington.



Mide 170 metros y en 1884, se convirtió en la estructura más alta del mundo, hasta que se construyó la Torre Eiffel en 1889. A partir de una altura de unos 50 metros, se nota una diferencia de color del mármol, ya que fue construido en dos etapas. El año pasado hubo un terremoto en Virginia que agrietó una piedra de la parte alta del obelisco y se anunció su cierre por tiempo indefinido. El mes pasado anunciaron que tienen que reforzarlo con vigas metálicas y permanecerá cerrado hasta 2014.

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