La salida de mi vuelo estaba prevista a las 10:30 desde Madrid para llegar a las 14:30 al aeropuerto de Newark, en Nueva Jersey, que es uno de los aeropuertos más cercanos a Nueva York. Allí haría escala hasta las 16:07 para llegar a las 17:21 a Washington, D.C.
Al llegar a la terminal 1 de Barajas, United me dice que no me deja volar porque no tengo comprado ningún billete de vuelta a España. Así que he tenido que sacar el iPad y comprar un billete Washington, D.C. - Madrid para volver en Navidades.
Le pregunto al hombre de United: Si en la aduana no me dejasen entrar en Estados Unidos y me deportan, ¿perdería el vuelo de vuelta que estoy comprando? Y me dice que no lo perdería, que realmente, si me deportasen, sería como adelantar la fecha del billete de vuelta. Ya me parecía muy raro que lo pagase el gobierno estadounidense...
Atención al billete que he comprado: Salida, el 24 de diciembre a las 17:10 de Washington, D.C. (Dulles) con Aeroflot Russian. Llegada a Moscú (Rusia), el martes 25 de diciembre a las 04:10 (Terminal D). Escala de 16 horas y 20 minutos para coger otro avión de la misma compañía: salida, el 25 de diciembre a las 20:30 de Moscú (Terminal E). Llegada, el miércoles 26 de diciembre a las 00:45 a Madrid, Barajas (Terminal 1).
Tiempo total del trayecto: 23 horas y 35 minutos, es decir, la cena de nochebuena la tomo en un avión, y el día de Navidad lo paso en Moscú... ¿Por qué tanto viaje en esas fechas? Es lo único que no está mal de precio. Ese trayecto cuesta 400€ y alguno más corto pero también con escalas cuesta más de 1200€.
La otra vez que fui a Estados Unidos (hace dos meses), no me pusieron ninguna pega por no tener un billete de vuelta, ni siquiera en la aduana. United dice que fue un error de Aer Lingus, que debería habérmelo exigido. En fin, ya con las tarjetas de embarque en mano (la del vuelo de Madrid y la del de Nueva York), paso el control policial de Barajas. Como siempre, hay que quitarse los zapatos, el cinturón, todas las chaquetas y abrigos (y yo con mi plumas grande), y poner el portátil y el iPad por separado en cajas diferentes. Te vuelves a vestir y vas al control de pasaportes. Ningún problema porque los policías son de la Policía Nacional y llevo pasaporte español.
Al llegar a la zona de embarque A, el personal de United me dice que como control rutinario y aleatorio, me han elegido para pasar por otro control policial y registrar mi equipaje de mano. Otra vez el mismo procedimiento de antes, pero encima, me abren la maleta de mano y empiezan a preguntarme para qué es cada cosa que llevo. Es una maleta pequeña pero llevo el Mac, el MagicMouse, el iPad, la cámara de fotos, el grip con dos baterías, dos objetivos, un flash con pilas y todos mis cargadores. De locos. Dos horas para poder pasar al pasillo de embarque. No voléis con United.
El vuelo ha salido con una hora de retraso por problemas técnicos, cuando todos estábamos sentados en el avión con los cinturones abrochados. Con el huracán Sandy, se cancelaron muchísimos vuelos y ahora están colocando a esos pasajeros en todos los vuelos que pueden, así que el avión está completamente lleno. Este avión es un poco más pequeño que los que vuelan entre Europa y América, ya que tiene la siguiente distribución de asientos: 3-pasillo-3. Me han dado de comer a la hora española y americana, así que he comido dos veces.
Mirad qué vistas en mitad del Océano Atlántico:
Al llegar a la terminal 1 de Barajas, United me dice que no me deja volar porque no tengo comprado ningún billete de vuelta a España. Así que he tenido que sacar el iPad y comprar un billete Washington, D.C. - Madrid para volver en Navidades.
Le pregunto al hombre de United: Si en la aduana no me dejasen entrar en Estados Unidos y me deportan, ¿perdería el vuelo de vuelta que estoy comprando? Y me dice que no lo perdería, que realmente, si me deportasen, sería como adelantar la fecha del billete de vuelta. Ya me parecía muy raro que lo pagase el gobierno estadounidense...
Atención al billete que he comprado: Salida, el 24 de diciembre a las 17:10 de Washington, D.C. (Dulles) con Aeroflot Russian. Llegada a Moscú (Rusia), el martes 25 de diciembre a las 04:10 (Terminal D). Escala de 16 horas y 20 minutos para coger otro avión de la misma compañía: salida, el 25 de diciembre a las 20:30 de Moscú (Terminal E). Llegada, el miércoles 26 de diciembre a las 00:45 a Madrid, Barajas (Terminal 1).
Tiempo total del trayecto: 23 horas y 35 minutos, es decir, la cena de nochebuena la tomo en un avión, y el día de Navidad lo paso en Moscú... ¿Por qué tanto viaje en esas fechas? Es lo único que no está mal de precio. Ese trayecto cuesta 400€ y alguno más corto pero también con escalas cuesta más de 1200€.
La otra vez que fui a Estados Unidos (hace dos meses), no me pusieron ninguna pega por no tener un billete de vuelta, ni siquiera en la aduana. United dice que fue un error de Aer Lingus, que debería habérmelo exigido. En fin, ya con las tarjetas de embarque en mano (la del vuelo de Madrid y la del de Nueva York), paso el control policial de Barajas. Como siempre, hay que quitarse los zapatos, el cinturón, todas las chaquetas y abrigos (y yo con mi plumas grande), y poner el portátil y el iPad por separado en cajas diferentes. Te vuelves a vestir y vas al control de pasaportes. Ningún problema porque los policías son de la Policía Nacional y llevo pasaporte español.
Al llegar a la zona de embarque A, el personal de United me dice que como control rutinario y aleatorio, me han elegido para pasar por otro control policial y registrar mi equipaje de mano. Otra vez el mismo procedimiento de antes, pero encima, me abren la maleta de mano y empiezan a preguntarme para qué es cada cosa que llevo. Es una maleta pequeña pero llevo el Mac, el MagicMouse, el iPad, la cámara de fotos, el grip con dos baterías, dos objetivos, un flash con pilas y todos mis cargadores. De locos. Dos horas para poder pasar al pasillo de embarque. No voléis con United.
El vuelo ha salido con una hora de retraso por problemas técnicos, cuando todos estábamos sentados en el avión con los cinturones abrochados. Con el huracán Sandy, se cancelaron muchísimos vuelos y ahora están colocando a esos pasajeros en todos los vuelos que pueden, así que el avión está completamente lleno. Este avión es un poco más pequeño que los que vuelan entre Europa y América, ya que tiene la siguiente distribución de asientos: 3-pasillo-3. Me han dado de comer a la hora española y americana, así que he comido dos veces.
Mirad qué vistas en mitad del Océano Atlántico:
Llego al aeropuerto de Newark pero en vez de tener 1 hora y 37 minutos para hacer la escala (con cambio de terminal y todo), sólo tengo 37 minutos debido a la hora de retraso que llevaba desde Madrid. Además, tenía que pasar la aduana y coger la maleta para llevarla a un mostrador de facturación para el segundo vuelo. Una cola enorme para pasar la aduana. Mi vuelo embarca a las 15:45. Son menos veinte y aún sigo en la cola. Ya me toca. No he tenido ningún problema en la aduana porque la policía que me ha atendido era muy maja. ¡Algo bueno hoy!
Voy a la recogida de equipajes, cojo mi maleta que ha salido muy rápido y voy corriendo a facturarla de nuevo. Me atiende un afroamericano (nunca digáis negro, que es muy ofensivo para ellos):
- ‘Too late man, you lost your flight’.
- ‘Damn it! Thank you’, dije.He perdido el vuelo. Voy a un mostrador de United, oh United, qué manía les estoy cogiendo. Me dicen que no me preocupe, que me dan un billete para el próximo vuelo a Washington, D.C. Son las 16:00 y me dan una tarjeta de embarque para las 21:35. Hora prevista de llegada a las 22:40. ¡Bien, así voy practicando con escalas enormes para mi vuelta por Rusia! [irónico].
La pena es que es mucho tiempo para esperar en una silla del aeropuerto y poco para poder dar una vuelta por New York... Al menos, pude hacer algunas fotos desde el avión:
No es un avión, es un avioncito de 15 filas con la distribución de asientos 1-pasillo-2. No cabe prácticamente nada el los compartimentos para el equipaje de mano, así que, antes de entrar al avión nos lo recogen para guardarlo en la bodega. De pie, todos vamos agachados porque el techo es muy bajo. Eso sí, las ventanillas son más grandes que las de un avión normal.
Por fin he llegado a Washington, D.C. Son las 22:45 y ya salgo del aeropuerto de Ronald Reagan. Al ser un aeropuerto nacional, no tengo que pasar por aduanas (ya las pasé en Newark).
Por suerte, este aeropuerto tiene metro y llegaré a casa a las 00:30. Una ducha calentita y a la cama.




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